Puede resultar tentador lanzar todo lo que hay en el cesto de la ropa dentro de la lavadora, seleccionar el mismo programa de siempre, cerrar la puerta y esperar los mejores resultados. La verdad es que con este enfoque probablemente no estés sacando el máximo partido al aparato y, sin duda, no es lo mejor para la ropa. Por suerte, esta guía te mostrará la mejor forma de cargar la lavadora, tanto para optimizar los resultados de limpieza como para cuidar mejor la ropa.
Clasifica la ropa
Meter un calcetín rojo con una carga de ropa blanca es la clásica metedura de pata con la colada, pero sirve para ilustrar la importancia que tiene clasificar la ropa antes de meterla en la lavadora. En el nivel más básico, asegúrate de separar la ropa en blanca (principalmente prendas blancas o gris claro), de color (colores pastel más claros) y oscura (gris oscuro, azul marino, rojo oscuro, marrón y negro). Si estas prendas se lavan juntas, se conservarán sus colores y se evitará que los colores más oscuros se mezclen con los más claros.
Pero, si realmente quieres mantener la ropa en un estado impecable, echa un vistazo a sus etiquetas de cuidados, que incluyen un conjunto de símbolos que indican cómo lavar y secar las prendas. La tabla siguiente ofrece una breve descripción general de estas y un ciclo de lavado sugerido para cada una.
A continuación se indica el significado de cada símbolo:
- Lavar a máquina
- Lavar a máquina con planchado permanente
- Lavar a máquina con programa para prendas delicadas
- No lavar
- Lavar a mano
- No retorcer
- & 13. Temperatura del agua: 30 °C/80 °F
- & 14. Temperatura del agua: 40 °C/105 °F
- & 15. Temperatura del agua: 50 °C/120 °F
- & 16. Temperatura del agua: 60 °C/140 °F
- & 17. Temperatura del agua: 70 °C/160 °F
- & 18. Temperatura del agua: 95 °C/200 °F
No caigas en la tentación de meter todo lo que quepa en la lavadora, pues si la cargas en exceso, se reducirá el rendimiento de limpieza y las prendas podrían dañarse porque no hay espacio suficiente para que se muevan libremente. Además, el aparato también se puede dañar y, seamos francos, llamar a un técnico resulta más molesto que poner una colada más.
De forma similar, tampoco es bueno cargar poco la lavadora, ya que se reduce enormemente la eficiencia de un ciclo. El aparato utilizará la misma cantidad de agua y energía para lavar un tambor cargado en 1/3 que con una carga óptima.
Echa un vistazo a esta guía si quieres saber exactamente cuánta ropa debes poner en la lavadora, aunque una buena regla general es llenar el tambor aproximadamente un 80 % sin apretar los artículos (esto solo se aplica a los ciclos de algodón normales; la cantidad de ropa que puedes poner para programas especiales varía, así que consulta el manual de usuario del aparato).
Por lo que respecta al modo de introducir la ropa en la lavadora, mete los artículos uno a uno o al menos asegúrate de que no se enreden. Cierra las cremalleras y comprueba todos los bolsillos por si hay bolígrafos o monedas, no solo por el bien de la ropa, sino también por el de la lavadora. También merece la pena echar otro vistazo rápido a las etiquetas de cuidados, ya que ofrecen instrucciones especiales, como darle la vuelta a la prenda. Si vas a tratar previamente las manchas, sigue las instrucciones del producto concreto que utilices.
Pon la dosis correcta
Clasificar la ropa y cargar la ropa correctamente está bien, pero si utilizas demasiado detergente o muy poco, no habrá servido de nada.
La dosis depende de distintos factores, como el tipo de detergente utilizado, la dureza del agua, lo sucia que esté la ropa y la cantidad de carga. La mayoría de los detergentes líquidos y en polvo ofrece medidas para cargas ligeras, medias y pesadas, y los paquetes de cápsulas sugieren si es necesario utilizar más de una.
El mejor consejo que podemos darte para la dosis es que utilices nuestras lavadoras con AutoDose. Estas dosifican el detergente automáticamente en función de la carga y el programa seleccionado. Es una de las formas más eficaces de utilizar una lavadora y permite utilizarla durante un mes con una recarga.
Aunque al principio puede parecer un poco abrumador, si incorporas estos hábitos a tu rutina de lavado, tus prendas y tu lavadora te lo agradecerán.