El congelador debe estar nivelado y equilibrado sobre las patas para que funcione correctamente. Prueba a mover el electrodoméstico de un lado a otro y desde atrás hacia delante. Si se tambalea demasiado, puede que el suelo o las patas del aparato no estén nivelados.

Utiliza un nivel para comprobar el equilibrio del electrodoméstico. Si está apagado, ajusta las patas. Para ello, busca las dos patas delanteras debajo del congelador. Gira las patas hacia la derecha o la izquierda, hasta que estén firmemente en contacto con el suelo.

El congelador necesita cierto tiempo para asentarse antes de poder utilizarlo. Déjalo reposar desenchufado, en posición vertical, durante al menos 4 horas para que el aceite del compresor se asiente. 

Puedes enchufar el aparato una vez transcurridas 4 horas. Asegúrate de que el control del termostato está activado pero no empieces a introducir comida directamente. Deja que el congelador se enfríe durante un tiempo hasta alcanzar temperaturas seguras para guardar la comida. Esto puede tardar hasta 12 horas. 

La temperatura ideal del congelador es -18 °C. Comprueba la temperatura del interior del congelador con un termómetro preciso. Introduce el termómetro en una taza de alcohol o aceite de cocina y ponlo dentro del congelador. Podrás empezar a guardar la comida una vez que se alcance la temperatura deseada.

Si la puerta del congelador se deja abierta, la alarma de puerta abierta se activa pasados unos minutos. Oirás un sonido de advertencia que indica que la puerta no se ha cerrado completamente. En cuanto cierres la puerta, la alarma se desactivará.

La temperatura exterior puede impedir que el congelador funcione correctamente, especialmente si está en un garaje o en un lugar exterior sin calefacción. El termostato del congelador se apaga si la temperatura ambiente desciende por debajo de la temperatura del interior del aparato. En ese caso, la unidad del congelador puede dejar de funcionar y empezar a descongelar. 

Si crees que este puede ser el problema, cambia la ubicación del aparato. Para conocer la temperatura ambiente más baja exacta a la que funcionará el congelador Beko, consulta el manual de usuario. Si tienes problemas para encontrar el manual, descárgalo aquí utilizando el número de modelo de tu producto.

El agua se congela de dentro hacia fuera y las impurezas del interior del agua se empujan hacia el centro antes de la congelación. Estas impurezas (minerales como el calcio y la cal) son inofensivas siempre que utilices agua potable. El agua embotellada y desmineralizada tiene menos impurezas que el agua del grifo, por lo que produce cubitos de hielo más transparentes.

Es algo habitual. Las moléculas de agua de la superficie del hielo se unen lentamente a las moléculas de agua del aire que las rodea. Esto se denomina sublimación. Es algo que se produce a una velocidad notable en entornos con baja humedad, como los congeladores.

La mejor forma de mantener la comida congelada durante un corte de corriente es dejarla en el congelador con la puerta cerrada. 

Los congeladores Beko se han diseñado para mantener la comida congelada entre 10 y 18 horas en caso de pérdida de corriente. Es mucho más de lo que podrías conseguir con otros métodos, como con bolsas térmicas. Intenta abrir las puertas lo mínimo posible durante este tiempo.  

Para conocer el tiempo exacto que mantendrá la comida congelada el congelador, consulta el manual de usuario. Si tienes problemas para encontrar el manual, descárgalo aquí utilizando el número de modelo de tu producto.

Si el corte de corriente dura más del tiempo especificado, recuerda que no debes volver a congelar la comida descongelada.

Cada congelador Beko tiene un número de serie único. Este se encuentra dentro del aparato, en la pared del lado izquierdo.