El frigorífico es el electrodoméstico que más trabaja de tu hogar, por lo que beneficiará tanto a tu bolsillo como al medio ambiente si haces un esfuerzo por mantener su eficiencia energética. Sigue estos consejos y tu frigorífico funcionará de forma más inteligente y no en exceso.
01.
Elige o cambia a un modelo de bajo consumo
Puede parecer demasiado obvio, pero los frigoríficos han avanzado mucho en términos de eficiencia energética. La factura de la luz con un modelo de gran eficiencia de hace 5 o 10 años podría costarte el doble que con un modelo más reciente. Si tu frigorífico tiene ya sus años, puede que te merezca la pena cambiarlo.
Cuando busques un nuevo frigorífico, presta atención a sus características físicas y tecnológicas. Por lo general, los modelos No-Frost, de dos puertas o combinados son más eficaces energéticamente que los modelos con varias puertas. Esto es particularmente cierto si no vas a poder tener lleno siempre un frigorífico de gran tamaño.
02.
Coloca el frigorífico en un lugar fresco y donde haya espacio
La posición del frigorífico puede influir en su funcionamiento. Asegúrate de que está lo más lejos posible de fuentes de calor como hornos y radiadores. Intenta que no le dé la luz del sol.
Asegúrate de que haya al menos 5 cm de espacio alrededor de los laterales, la parte posterior y la parte superior del frigorífico para que se ventile. Si no dejas este espacio, el frigorífico no podrá liberar el calor del compresor. A su vez, esto hace que el frigorífico se caliente y tenga que trabajar más y durante más tiempo para mantener los alimentos a salvo.
03.
Mantén la puerta cerrada
Es fácil distraerse y alejarse del frigorífico durante un momento, dejando la puerta abierta. Sin embargo, esta distracción permite que el aire frío salga y que entre el aire caliente, de modo que el electrodoméstico tendrá que trabajar más para enfriar los alimentos. Intenta reducir al mínimo las veces que abres la puerta para evitar un funcionamiento en exceso.
04.
Mantén el frigorífico organizado
Se podría argumentar que una buena organización del frigorífico pertenece al ámbito de la correcta limpieza; ¿cómo podría afectar a la eficiencia del electrodoméstico? Cuanto menos tiempo pases hurgando con la puerta del frigorífico abierta, menos tendrá que trabajar el condensador para que la temperatura vuelva al nivel establecido. Además, si organiza el frigorífico de manera adecuada, los alimentos también durarán más.
05.
Mantén el frigorífico lleno
Al menos en la medida de lo posible. Si el frigorífico está lleno, hay menos aire que enfriar y, por tanto, trabajará menos que un aparato con poca carga.
Cuando la carga es suficiente, los objetos se mantienen frescos entre sí. Se recomienda que tengas llenos al menos 2/3 del frigorífico. Si el frigorífico es demasiado grande, añade jarras de agua en ambos compartimentos. Dicho esto, tampoco tienes que abarrotarlo, puesto que el flujo de aire correcto es importante para que funcione de manera eficiente. Además, presta atención a las rejillas de ventilación y asegúrate de que los artículos no las bloquean.
06.
Guarda los alimentos correctamente
Utiliza recipientes aptos para el frigorífico para guardar los alimentos. Los recipientes de vidrio son mejores que los de plástico porque el vidrio absorbe y retiene mejor el frío. La humedad del interior del frigorífico dificultará la estabilización de la temperatura interna. Cubre los alimentos y líquidos para evitar que el compresor funcione en exceso.
07.
No pongas comidas calientes en el frigorífico
Si pones comidas calientes en el frigorífico, aumentará la temperatura del aire en el interior, por lo que el electrodoméstico tendrá que trabajar más para volver a bajar esa temperatura. A muchas personas les preocupa dejar la comida fuera por si se estropea, pero dejar que las sobras alcancen la temperatura ambiente antes de meterlas en la nevera es perfectamente seguro.
08.
Presta atención a las juntas de la puerta
Las juntas de la puerta del frigorífico son la barrera entre el aire frío del interior y el aire caliente del exterior. Si estas juntas se rompen, entrará el aire caliente en el frigorífico, por lo que tendrá que trabajar más para mantener la temperatura establecida. Mantén las juntas limpias y cámbialas si observas grietas o desperfectos.
09.
Mantén las bobinas limpias
Las bobinas del condensador del frigorífico son fundamentales para mantener la temperatura interior fría. Sin embargo, con el tiempo pueden acumular una cantidad importante de polvo si no se comprueban. Si las mantienes limpias, evitarás que el condensador funcione en exceso y, además, prolongarás la vida útil del frigorífico. Recuerda: es mejor desenchufar el aparato cuando limpies las bobinas, y para realizar esta tarea, lo ideal es utilizar un aspirador o cepillo.
10.
Vigila la temperatura real del interior del frigorífico
La temperatura a la que se ajusta el frigorífico no es necesariamente la temperatura que se va a conseguir. Pueden darse dos circunstancias, que el frigorífico esté ligeramente más caliente o ligeramente más frío que la temperatura ajustada en el controlador. La temperatura ideal sería entre 2,2 °C y 3,3 °C. Si el termómetro indica que se encuentra por debajo de este intervalo, puedes elevar un poco la temperatura del frigorífico. Esto se traducirá en un notable ahorro de energía.
11.
Utiliza los ajustes de ahorro de energía
Aunque esta función no se encuentra en todos los frigoríficos, si el tuyo dispone de un modo de ahorro de energía o de vacaciones, no dudes en usarlo. Si la carga del frigorífico es baja, activar el modo de ahorro de energía ayudará a reducir el consumo.
Siguiendo estos sencillos consejos, no solo mejorarás la eficiencia energética de tus electrodomésticos, sino que también ampliarás su vida útil. ¡Un doble triunfo!