Es importante que las puertas del frigorífico estén bien cerradas, ya que el aire frío del interior debe estar correctamente aislado de la temperatura del exterior. Comprueba si el problema se resuelve con una de las soluciones siguientes.
Comprueba si hay algún objeto que bloquee la puerta
Los objetos demasiado grandes o colocados incorrectamente pueden impedir que la puerta se cierre. Vuelve a colocarlos.
Comprueba si el electrodoméstico está nivelado
Es posible que las puertas no se cierren correctamente si el electrodoméstico no está nivelado. Prueba a moverlo muy lentamente para comprobar si no está nivelado. Si puedes moverlo fácilmente de un lado a otro, no estará bien nivelado. Puedes nivelarlo enroscando o desenroscando las patas hasta que esté nivelado. Ten en cuenta que el suelo también debe estar nivelado. Cambia la ubicación del aparato si es necesario.
Comprueba si las juntas de las puertas presentan huecos, grietas o desgarros
El aire frío del interior del aparato debe estar correctamente aislado de la temperatura exterior. Comprueba si hay huecos entre la junta de la puerta y la estructura. Si hay alguno, ajusta la junta de la puerta tirando de ella ligeramente hacia fuera con los dedos. Si los huecos no desaparecen, puede que necesites sustituir la junta.
Comprueba si se ha acumulado escarcha
Comprueba si se ha acumulado escarcha en el congelador. Es posible que el hielo del compartimento del congelador esté impidiendo que la puerta se cierre. En este caso, tendrás que descongelar manualmente el compartimento del congelador.
Para obtener más información sobre la descongelación del congelador, consulta el manual de usuario. Si tienes problemas para encontrar el manual, descárgalo aquí utilizando el número de modelo de tu producto.
Los frigoríficos y congeladores Beko con funciones No-Frost como No-Frost de 3 zonas y NeoFrost™ Dual Cooling evitan que el hielo se acumule, por lo que no es necesario descongelar manualmente.