¿Qué es una etiqueta energética de la UE?
Las etiquetas energéticas de la UE son un sistema estandarizado de clasificaciones de eficiencia energética que la Unión Europea publica para la mayoría de electrodomésticos. La primera etiqueta de eficiencia energética apareció en un electrodoméstico en 1994. Desde entonces, la mayoría de categorías de electrodoméstico se ha incluido en las normativas energéticas de la UE y las etiquetas se han actualizado varias veces.
El objetivo principal de las etiquetas energéticas de la UE es reducir colectivamente el consumo de energía de los electrodomésticos en Europa a través de dos medidas:
- Ofrecer a los consumidores criterios de comparación claros y ayudarlos a elegir productos más eficientes energéticamente.
- Animar a las empresas a que inviertan en el desarrollo de productos más eficientes energéticamente.
Las etiquetas energéticas incluyen información valiosa, como el consumo de energía anual, el nivel de ruido o su capacidad. Estas pequeñas tarjetas son como un resumen de todas las cosas que debes tener en cuenta cuando estás buscando un nuevo frigorífico.
¿Qué incluye la etiqueta energética de un frigorífico y congelador?
A continuación puedes ver el aspecto que tiene la etiqueta energética de la UE de un frigorífico y congelador y qué significan los símbolos y los números:
Sigue leyendo para descubrir lo que significa cada clasificación y cada número en más detalle.
01.
Clase energética (A+++ a A+)
Desde 2012, los frigoríficos y congeladores deben tener una clasificación energética mínima de A+. Aun así, en los establecimientos minoristas siguen teniendo en existencias electrodomésticos con clasificación A y B. Aunque una clasificación A+ no está mal, una aparato A+++ ofrece un funcionamiento más barato y es mejor para el medioambiente.
En los frigoríficos y congeladores, el tamaño marca una gran diferencia, porque cuanto mayor sea el espacio que se debe mantener frío, más energía consumirá el aparato. Asegúrate de elegir el tamaño que necesites realmente para hacer un uso más eficiente del espacio y la electricidad.
02.
Consumo energético anual (kWh/año)
Aparte de la clase energética, encontrarás el consumo energético anual en kWh en las etiquetas energéticas de los frigoríficos y congeladores.
En otros electrodomésticos, estos números se calculan según varias suposiciones, como que un lavavajillas se utiliza aproximadamente 5 veces a la semana con un ciclo de lavado estándar.
El consumo energético anual de los frigoríficos suele ser bastante preciso, ya que el electrodoméstico está siempre en funcionamiento todo el año. Si sabes cuánto pagas por la electricidad, podrás determinar cuánto te costará tener el electrodoméstico en funcionamiento cada año con bastante precisión.
03.
Capacidad de almacenamiento del frigorífico y congelador (l)
Estos números son bastante sencillos. Indican cuántos litros de espacio ofrecen los compartimentos de frigorífico y congelador de un electrodoméstico concreto.
Estos números y su relación variarán en función de la organización del electrodoméstico. Es bastante posible encontrar frigoríficos con relaciones de frigorífico/congelador de 70/30, 60/40 y 50/50. Es algo que debes tener en cuenta en función de tus hábitos de alimentación y compra.
04.
Niveles de ruido (dB)
Por último, la otra clasificación importante en la etiqueta energética de un frigorífico y congelador es el nivel de ruido en dB. Los frigoríficos y congeladores modernos son bastante silenciosos, pero cualquier ruido por encima de 47 dB se debe considerar alto. Una vez que nos aproximamos a 60 dB, nos acercamos a los niveles de ruido de una conversación media y, por supuesto, nadie quiere que los electrodomésticos interrumpan todo el tiempo.
¿Por qué debería importarte la eficiencia energética?
Por dos razones básicas:
1. El presupuesto de tu hogar.
2. El medioambiente.
Aunque los frigoríficos y congeladores con clasificaciones energéticas superiores suelen ser un poco más caros, permiten reducir los costes energéticos. El cambio a un frigorífico eficiente energéticamente puede reducir los costes de energía hasta un 50 % y compensar la inversión iniciar en pocos años.
Los costes de la energía han aumentado rápidamente en todo el mundo. Nuestros estilo de vida requiere cada vez más cantidades de energía, mientras que los recursos son cada vez más reducidos. Según la Comisión Europea, podrías ahorrar hasta 600€ durante la vida útil del aparato. Y eso sin contar la subida de precio con el tiempo.
Puede que te preguntes qué diferencia puede marcar un solo frigorífico. Pues bien, se trata de un efecto acumulado. La eficiencia energética nunca ha sido tan importante como ahora que se están agotando los recursos y los efectos de la vida humana en la naturaleza son cada vez mayores.
Si toda Europa cambiara sus frigoríficos por otros eficientes energéticamente, se ahorrarían hasta 4 TWh (es decir, 4 000 000 000 kWh) de electricidad. Además, se podría evitar la emisión de 1,5 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera cada año.