Lejos han quedado aquellos tiempos en los que, sin electricidad ni frigoríficos, los únicos métodos de conservación de alimentos eran los tradicionales, como la salazón o el escabeche, que perviven sólo porque aportan un toque distintivo a un determinado plato o producto. En cambio, los frigoríficos actuales, especialmente los frigoríficos de Beko, que es el mejor electrodoméstico para conservar alimentos. En este artículo te contamos cuáles son las técnicas de conservación de los alimentos para mantener en perfecto estado la comida y la bebida. ¡Sigue leyendo!
Por qué es tan importante una buena conservación
Saber cuáles son los métodos de conservación de alimentos es fundamental por diferentes razones:
Evitar la pérdida de propiedades nutricionales de los alimentos, como vitaminas y nutrientes, y prevenir trastornos digestivos y cutáneos.
Mantener las propiedades organolépticas de los alimentos, garantizando un buen color, textura, olor y sabor.
Prevenir el derroche de dinero evitando el desecho prematuro de alimentos mal conservados.
Métodos de conservación de alimentos: cuáles están presentes en un frigorífico
Ya sabemos lo importante que es conservar adecuadamente los alimentos, pero, ¿cuáles son las técnicas de conservación de los alimentos? A continuación, te mostramos los principales métodos de control que emplea Beko en sus frigoríficos, que es un electrodoméstico útil para conservar alimentos.
Control de la temperatura
Un frigorífico debe proporcionar la temperatura adecuada para la conservación de la comida y la bebida. Esa temperatura siempre será fría, aunque en diferentes niveles según el tipo de alimento. También es importante que la temperatura sea constante y estable, puesto que los cambios de temperatura provocan el deterioro del alimento.
Control de la circulación del aire
Todo frigorífico produce una circulación de aire en su interior. Si esa circulación es incorrecta, puede provocar una sobreexposición de los alimentos situados en una determinada zona y, de esa manera, su sobreenfriamiento. Por tanto, los buenos frigoríficos son capaces de conseguir una distribución armoniosa de ese aire, propiciando que existan zonas a diferentes temperaturas, y que éstas sean constantes, estables y claramente delimitadas.
Control de la humedad
Si te preguntas cuáles son los métodos de conservación de alimentos, uno de los más comunes es el control de la humedad. Este método se aplica especialmente a los cajones donde se depositan las frutas y las verduras. Los frigoríficos menos efectivos no pueden evitar que se condense la humedad en su interior, provocando el deterioro en su textura y color y la aparición de moho en estos alimentos. En cambio, los frigoríficos más avanzados, como los de Beko, cuidan de manera muy especial este cajón, con diseños que facilitan la disipación de la humedad.
Control de la luz
Este es un factor clave para la conservación de las frutas y las verduras, en el que Beko es pionero. Gracias a un tratamiento especial de la luz en este cajón, se favorece el proceso de fotosíntesis, con lo que se evita la pérdida de vitamina C y otros nutrientes, al tiempo que se mantiene el sabor natural de los alimentos durante más tiempo, hasta un 30 % con el método Active fresh Blue Light, que utiliza luz azul.
Cómo y dónde conservar cada alimento
Para terminar de hablar sobre cuáles son los métodos de conservación de alimentos, te mostramos dónde y cómo debe ir cada grupo de alimentos en tu nevera:
Carne: al tratarse de un alimento muy perecedero, deberá ir preferiblemente en los estantes centrales del frigorífico, que son los más fríos. También puede ir en el cajón 0ºC, si existe. Y por supuesto, puede ir al congelador, estando entre los alimentos que más tiempo se pueden mantener aquí: entre 9 y 12 meses en algunos casos.
Pescado: al igual que la carne, es muy perecedero, así que debería situarse en los estantes centrales o en el cajón de 0ºC. También puede conservarse en el congelador, aunque por lo general no debería permanecer más de 3-6 meses.
Embutidos: pueden situarse en los estantes superiores del frigorífico, que también son una zona fría, aunque no tanto como los centrales. También pueden ir al cajón de 0ºC, si se trata de embutido fresco.
Quesos y lácteos: al igual que los embutidos, es recomendable conservarlos en los estantes superiores. Si es altamente perecedero, puede conservarse en el cajón de 0ºC.
Platos ya cocinados: es preferible conservarlos en el estante superior.
Verduras: deben conservarse en los cajones destinados a frutas y verduras, que suelen estar en la parte baja del frigorífico. Las verduras que se pueden conservar en el congelador son brócoli, guisantes, puerro, espinacas y zanahoria, aunque puede que necesiten antes un proceso de escaldado.
Frutas: también deben conservarse en el cajón de frutas y verduras.
Salsas, mantequillas, mermeladas: son los productos que necesitan menos frío y, por tanto, se pueden conservar en la puerta del frigorífico, que es la zona que alcanza temperaturas menos bajas.
Y, además de tener en cuenta cuáles son los métodos de conservación de alimentos, te recomendamos leer el manual de instrucciones de tu frigorífico, pues puede ofrecer otros consejos más específicos sobre ese modelo.