El lavavajillas es un electrodoméstico indispensable en el hogar, ya que ahorra tiempo y agua en comparación con el lavado a mano. Sin embargo, no todos los utensilios son aptos para este tipo de lavado, y colocarlos incorrectamente puede dañar los materiales o afectar el rendimiento del electrodoméstico.
Si alguna vez te has preguntado qué se puede meter en el lavavajillas y qué no, en esta guía descubrirás cómo evitar errores comunes y garantizar que tu vajilla y tu lavavajillas se mantengan en perfectas condiciones.
¿Qué se puede meter en el lavavajillas?
El lavavajillas es seguro para una gran variedad de utensilios, siempre que se organicen correctamente y se seleccione el programa adecuado. Algunos de los materiales que puedes meter sin preocupaciones son:
- Platos y vasos de cerámica, porcelana o vidrio templado, siempre que no tengan decoraciones delicadas que puedan deteriorarse con el calor.
- Cubiertos de acero inoxidable, colocados en el compartimento adecuado para evitar la corrosión y asegurar un secado óptimo.
- Sartenes y ollas aptas para lavavajillas, especialmente aquellas con base de acero inoxidable o materiales resistentes al calor.
- Utensilios de silicona o acero inoxidable, como espátulas y pinzas de cocina, que soportan bien los ciclos de lavado.
- Tuppers y recipientes de plástico etiquetados como aptos para lavavajillas, que deben colocarse en la bandeja superior para evitar deformaciones.
Para aprovechar al máximo cada lavado y reducir el consumo energético, es recomendable optimizar el uso del lavavajillas con los ciclos adecuados y una distribución eficiente de la carga.
¿Qué no se puede meter en el lavavajillas?
Algunos utensilios pueden deteriorarse con el calor, la presión del agua o los detergentes, perdiendo su funcionalidad o dañando el electrodoméstico. Es importante evitar meter en el lavavajillas:
- Utensilios y tablas de madera, ya que la humedad puede deformarlas y hacer que aparezcan grietas o moho.
- Cuchillos de alta calidad, cuyo filo puede desgastarse más rápido debido al roce con otros cubiertos.
- Vajilla con decoraciones doradas o pintadas a mano, que pueden perder brillo o deteriorarse con el tiempo.
- Sartenes y ollas con recubrimiento antiadherente no aptas para lavavajillas, ya que el calor y los detergentes pueden afectar su revestimiento.
- Cristalería fina o copas de vino, que pueden agrietarse o perder su brillo con los lavados repetidos.
- Recipientes de plástico no aptos para lavavajillas, que pueden deformarse debido a la temperatura del agua.
Si el lavavajillas no está funcionando como debería, es posible que necesite una revisión. Un buen mantenimiento del lavavajillas es clave para evitar problemas de limpieza y garantizar resultados impecables en cada ciclo.
Consejos para evitar daños en el lavavajillas y en los utensilios
El uso correcto del lavavajillas protege los utensilios y prolonga la vida útil del electrodoméstico. Para garantizar un lavado óptimo, ten en cuenta lo siguiente:
- Distribuir correctamente la carga permite que el agua circule de manera uniforme y que el detergente actúe eficazmente.
- Evitar sobrecargar el lavavajillas mejora la limpieza y evita que los utensilios se dañen por el roce.
- Seleccionar el programa adecuado según el tipo de utensilios y el nivel de suciedad es fundamental para un lavado eficiente sin desgastar los materiales.
- Usar la cantidad correcta de detergente y abrillantador previene la acumulación de residuos en los platos y en el lavavajillas.
Cuando los restos de cal o grasa se acumulan en el interior del lavavajillas, el electrodoméstico puede perder eficacia con el tiempo. Mantenerlo limpio es clave para evitar problemas y prolongar su vida útil.
Cómo mantener tu lavavajillas en buen estado
Un mantenimiento adecuado del lavavajillas es clave para garantizar su eficiencia y evitar averías. Algunas prácticas recomendadas incluyen:
- Eliminar restos de cal y grasa periódicamente, evitando la acumulación de suciedad en el interior del electrodoméstico.
- Revisar el estado del filtro y las aspas, ya que los residuos de comida pueden afectar el rendimiento del lavado.
- Utilizar sal para lavavajillas si el agua de tu zona es dura, lo que ayuda a prevenir la acumulación de cal y mejorar la eficacia del detergente.
Si el lavavajillas empieza a desprender malos olores, puede ser señal de que necesita una limpieza más profunda para eliminar residuos acumulados en los conductos y en el filtro.
Para mejorar la eficiencia en cada lavado, es recomendable aplicar trucos para sacarle el máximo partido al lavavajillas, lo que ayudará a optimizar el rendimiento y reducir el consumo de energía y agua.
Saber qué se puede lavar en el lavavajillas y qué no, es clave para garantizar la durabilidad de los utensilios y el buen funcionamiento del electrodoméstico.
Además, elegir el programa adecuado y realizar un mantenimiento regular del lavavajillas ayuda a optimizar su rendimiento y prolongar su vida útil. Si estás buscando un modelo con tecnología avanzada y funciones de ahorro de agua y energía, puedes conocer los lavavajillas de Beko y elegir el que mejor se adapte a tu hogar.