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10 trucos del lavavajillas: cómo usar el lavavajillas de la mejor forma
10 trucos del lavavajillas: cómo usar el lavavajillas de la mejor forma

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10 trucos del lavavajillas: cómo usar el lavavajillas de la mejor forma
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No importa gastarse mucho dinero en el mejor lavavajillas y en los mejores productos de limpieza: si usas mal tu modelo, sentirás que no funciona bien. Y el problema puede estar en el desconocimiento. Dicho de otra manera: si no sabes cómo se usa tu lavavajillas, estarás desaprovechando sus enormes posibilidades, que se resumen en estos cuatro grandes logros:

  • Una mejor limpieza de los platos, vajillas y utensilios

  • Un ahorro en el consumo de agua

  • Un ahorro en el consumo de electricidad

  • Un mejor cuidado de la vajilla, evitando su deterioro, ya sea por la pérdida de brillo, por el borrado de su dibujo, etc.

 

Por todo ello, en este post nos hemos propuesto darte 10 trucos de lavavajillas: son pequeños consejos que te ayudarán a sacar el máximo partido a tu electrodoméstico y a mantener tu vajilla y utensilios en el mejor estado posible.

 

01. Lee a fondo el manual de instrucciones

 

En ocasiones nos afanamos en buscar trucos de lavavajillas en redes sociales y en buscadores de Internet. Sin embargo, muchos de esos tips están mucho más cerca de lo que creías: el manual de instrucciones te enseña detalladamente cómo se usa el lavavajillas.

 

Todos los modelos de Beko incluyen un amplio manual en los que no solo se muestran sus piezas y programas, sino que también incluyen pequeños consejos que te serán útiles para evitar errores. Además, se explica con detalle las operaciones necesarias de limpieza y mantenimiento, algunas de las cuales recogemos en este decálogo de buenas prácticas.

 

02. Piensa bien en la distribución de tu vajilla

 

Cada usuario y cada familia es distinta. Por ello, lo ideal es que las bandejas se adapten a ti, y no al revés. Los mejores modelos cuentan con bandejas y cestas diseñadas para albergar más platos y utensilios, pero también podrás rediseñarla a tu gusto, puesto que son modulables en muchos casos. Por ejemplo, si no utilizas copas de vino, puedes retirar los adaptadores para dar más espacio a los vasos.

 

A medida que uses tu lavavajillas, irás descubriendo qué parte de las bandejas se llenan antes y cuáles se quedan vacías, lo cual te dará pistas de cuál debería ser la reorganización de dichas bandejas. 

 

03. Coloca adecuadamente los platos, sin obstaculizar aspersores

 

Los amantes del Tetris disfrutarán colocando los platos en las bandejas, puesto que uno de los trucos del lavavajillas es la correcta ordenación, aprovechando al máximo cada espacio pero sin recargarlo demasiado, como veremos más abajo. En este sentido, uno de los errores habituales es sobrepasar la altura máxima de la bandeja inferior: debes tener en cuenta que el lavavajillas cuenta con uno o varios brazos aspersores, a través de los cuales se expulsa el agua que ha de llegar a todos los rincones del interior. Esos brazos aspersores realizan movimientos circulares pero, si se chocan con un plato durante su recorrido, no lo podrán hacer correctamente… con el riesgo añadido de su rotura. Esto mismo puede ocurrir también si alguno de los utensilios introducidos queda colgando por alguna rendija de la bandeja.

 

04. Intercala los platos y los bultos

 

A la hora de colocar las piezas, no solo tienes que evitar obstaculizar los brazos aspersores: también tienes que conseguir que los propios platos y utensilios no se obstaculicen entre sí. En ese sentido, resulta interesante intercalar platos de diferente tamaño para que no se produzcan efectos ‘pantalla’, facilitando así una mejor circulación del agua y del detergente por el interior.

 

05. Evita que las piezas se toquen entre sí

 

En este post sobre cómo se usa el lavavajillas, insistimos con otro consejo sobre la colocación de las piezas para no cargar demasiado las bandejas. Se puede decir que estarás sobrecargando su capacidad cuando los platos o los vasos se tocan entre sí. Si eso ocurre, impedirás que el agua circule correctamente entre ellos, lo cual puede dar lugar a dos consecuencias negativas: 

 

  • Por un lado, el lavavajillas sería incapaz de alcanzar todas las zonas de cada plato, dejando restos de suciedad

     

  • Por otro lado, sería incapaz de aclarar adecuadamente todas las piezas, por lo que podrían quedar restos de detergente

     

06. Orienta adecuadamente los platos

 

Aunque un buen lavavajillas conseguirá lavar correctamente en todos los rincones de su interior, se aconseja orientar los platos hacia adentro y no hacia afuera, especialmente cuando se encuentran en los extremos de la bandeja. Es decir: si colocas la parte más sucia de un plato ‘mirando’ hacia la pared interior del lavavajillas, puede que no reciba adecuadamente el aporte de agua y detergente necesario para su limpieza.

 

07. Retrasa su funcionamiento

 

Con este truco, el lavavajillas no va a limpiar mejor… pero sí más barato. ¿Sabías que tu modelo incluye una opción para retrasar su inicio? De esta manera, puedes programar su comienzo a partir de la medianoche, cuando la tarifa de la luz es más económica. 

 

08. Sal y abrillantador, mejor de forma independiente

 

Puede haber productos de limpieza extraordinarios que incorporen también la sal y el abrillantador en la propia pastilla detergente: la sal, para evitar la aparición de cal y el abrillantador, para proporcionar más brillo a la vajilla. Pero suelen ser más efectivos cuando se suministran de manera independiente, cada uno en su compartimento específico.

 

09. Limpia habitualmente el filtro

 

Si notas que quedan restos de suciedad generalizados en los platos, vasos y utensilios tras cada lavado, el problema puede estar en el filtro, que estaría obstruido. Por ello, es muy recomendable adoptar una rutina de limpieza periódica de dicho filtro, algo que tendrás que hacer manualmente para asegurarte de que queda libre de restos incrustados. Consulta el manual de instrucciones, que no solo te explica cómo se usa el lavavajillas sino también cómo se extraen y limpian los filtros, y qué productos puedes utilizar para ello.

 

10. Lavavajillas… no solo para vajilla

 

Aunque a menudo asociamos el lavavajillas a los platos, los vasos y los cubiertos, lo cierto es que se puede utilizar para lavar otros muchos objetos. Para ello, consulta la etiqueta o indicaciones de dichos objetos, pues podrían no soportar las altas temperaturas y el detergente empleado. A modo general, los utensilios metálicos sí suelen admitirse, como coladores o tapas de sartén. Pero también otros que pueden resultar sorprendentes, como las rejillas de las campanas extractores, si son también metálicas.

 

Después de estos 10 consejos, ¿te ha quedado más claro cómo se usa el lavavajillas? Si aún tienes dudas, nos remitimos al primero de esos consejos: tener siempre a mano el manual de instrucciones y consultarlo de manera habitual.

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