El lavado en frío es una práctica cada vez más extendida, especialmente entre quienes buscan cuidar el medio ambiente y reducir su factura de electricidad. Sin embargo, puede generar dudas sobre su eficacia. ¿Es suficiente para eliminar la suciedad y las bacterias? ¿En qué situaciones es mejor lavar en frío?
En este artículo, veremos en detalle cuándo es recomendable lavar a 30 grados en agua fría, qué beneficios tiene para tus prendas y cómo puedes maximizar el ahorro de energía con la tecnología EnergySpin de las lavadoras de Beko, que permiten reducir el consumo hasta en un 35% gracias a sus programas de lavado eficiente.
¿Qué significa lavar en frío?
Lavar en frío implica utilizar un programa de baja temperatura en la lavadora, generalmente a 30 grados, durante los ciclos de lavado. Esto permite limpiar la ropa sin necesidad de calentar el agua, lo que reduce significativamente el consumo energético del electrodoméstico. Según expertos en lavandería, las temperaturas bajas son eficaces para la mayoría de las prendas, especialmente cuando se usan detergentes diseñados para actuar a estas temperaturas.
La diferencia entre lavar en frío y en caliente no solo afecta el consumo energético, sino también en el desgaste de los tejidos. Las temperaturas elevadas pueden dañar algunas fibras, provocando que los colores se desvanezcan o se mezclen. En cambio, con el lavado en frío, la ropa se somete a un menor estrés térmico, lo que ayuda a conservar su aspecto por más tiempo. Por esta razón, muchas prendas, como las de lana, poliéster o viscosa, suelen recomendar el lavado en frío en sus etiquetas de cuidado.
Sin embargo, aunque el lavado en frío es beneficioso para la mayoría de las prendas, algunas situaciones requieren agua caliente. Por ejemplo, la ropa de cama o las toallas, que acumulan más bacterias y ácaros, se lavan de forma más eficiente a temperaturas más altas.
¿Cómo influye el lavado en frío en el ahorro de energía?
La ventaja más significativa del lavado en frío es el ahorro energético. Calentar el agua consume una gran cantidad de electricidad, y al eliminar esta necesidad, el consumo de la lavadora disminuye considerablemente. Se estima que lavar a 30 grados en lugar de a 60 grados puede reducir el consumo energético en más de un 50%, lo cual representa una reducción considerable en la factura de electricidad, especialmente si se lava la ropa con frecuencia.
Beko ha desarrollado tecnologías de lavado que optimizan el consumo, como el lavado al vapor. De esta forma, no solo contribuyes al ahorro de energía, sino también a la sostenibilidad en el hogar.
Además del ahorro económico, el lavado en frío reduce el impacto ambiental de cada ciclo de lavado, ya que se emiten menos gases de efecto invernadero asociados a la generación de electricidad. Optar por esta modalidad es una forma sencilla de disminuir la huella ecológica y contribuir a la conservación del medio ambiente.
Consejos para mejorar la eficacia del lavado en frío
Para obtener los mejores resultados en tus lavados en frío, ten en cuenta estos consejos:
Usa un detergente adecuado para bajas temperaturas: no todos los detergentes son eficaces en agua fría. Para garantizar una limpieza profunda, elige uno formulado específicamente para actuar a 30 grados o menos.
Separa bien la ropa: asegúrate de clasificar la ropa por color y tipo de tejido. Aunque el lavado en frío es menos agresivo, el riesgo de que la ropa se destiña sigue existiendo.
Llena la lavadora correctamente: evita sobrecargar la lavadora, ya que esto puede dificultar que el detergente se disuelva bien y que el agua llegue de manera uniforme a todas las prendas. Una carga equilibrada permite que el ciclo sea más eficiente.
Trata las manchas: algunas manchas difíciles, como las manchas de cera, requieren un tratamiento previo. Usa un quitamanchas adecuado o frota con un poco de detergente antes de poner la prenda en la lavadora.
Lavado en frío, una decisión inteligente
Lavar en agua fría es una excelente opción para cuidar tus prendas, reducir el consumo de energía y proteger el medio ambiente. Aunque pueda parecer que el agua caliente es imprescindible para una buena limpieza, la realidad es que, con los productos y las tecnologías adecuadas, el lavado en frío es muy eficaz.
Además, al evitar el desgaste térmico, el lavado en frío ayuda a mantener los colores y la estructura de los tejidos en buen estado, lo que hace que tu ropa se vea mejor durante más tiempo. Así, cada vez que laves tu ropa, podrás hacerlo con la tranquilidad de saber que estás tomando una decisión responsable tanto para tus prendas como para el futuro del planeta.
