Muchas personas suelen cocinar algunos platos con antelación y congelarlos para después descongelarlos el día que se vayan a consumir. Sin embargo, esta idea puede resultar un fracaso si no se tienen en cuenta una serie de consejos, como los que te contamos en este artículo de Beko: la temperatura para descongelar en el horno, cómo descongelar en microondas y, en general, el proceso correcto de descongelación de alimentos. ¡Vamos allá!
Paciencia, la madre de la ciencia… y de la cocina
Tener paciencia es el primer consejo a seguir a la hora de cocinar y, también para la forma correcta de descongelar alimentos, evitando que afecte al sabor del alimento o a otras propiedades como su textura. En este sentido, lo recomendable es dejar que el alimento se descongele por sí solo, lo cual implica un periodo más largo de tiempo. Por ello, un buen hábito es pensar en el menú del día siguiente antes de irse a dormir.
Temperatura para descongelar en el horno
La temperatura para descongelar alimentos en el horno debe ser baja, alrededor de 70-90°C. Esto permite que el proceso de descongelación en el horno sea gradual, evitando que las capas exteriores del alimento se cocinen mientras el interior aún está congelado. Es importante mantener una temperatura constante y baja para preservar la textura y sabor del alimento, y para minimizar el riesgo de proliferación de bacterias.
Descongela a temperatura de refrigeración
Probablemente el error más popular es descongelar los alimentos a temperatura ambiente. Cierto es que supone una descongelación lenta y homogénea, pero esa temperatura cálida es propicia para la aparición de microorganismos en el alimento, con el consiguiente riesgo de contaminación para el comensal. Por tanto, la forma correcta de descongelar alimentos es hacerlo a temperatura de refrigeración, es decir, la que hay en el interior de un frigorífico Beko, que suele estar entre 2ºC y 8ºC, según cada caso o cada compartimento.
Para descongelar en el microondas, porciones pequeñas
Hay ocasiones en que no queda más remedio que descongelar rápidamente porque necesitamos cocinar dicho alimento cuanto antes. En ese caso, se puede recurrir al microondas, pero no de cualquier manera. Si se introduce una pieza grande a descongelar, lo que sucederá es que el exterior se descongelará antes e, incluso, comenzará a cocerse, mientras que el interior permanecerá completamente helado. Por tanto, lo ideal es que el alimento esté congelado en porciones pequeñas, de tal manera que la posterior descongelación sea más o menos homogénea por todos sus lados.
Descongelar alimentos directamente sobre la sartén, una opción
Otra forma correcta de descongelar los alimentos es verterlos directamente sobre la sartén. Aunque no es lo habitual, hay casos en que es perfectamente posible, como las verduras picadas en trozos pequeños, de tal manera que el periodo de descongelación será muy rápido: al tiempo que se completa la descongelación, se inicia su cocción. Lo mismo se puede decir de otros productos cortados en pedazos pequeños, como los champiñones y setas, cortados a menudo en láminas.
Descongela antes de que sea demasiado tarde
Además de conocer el proceso correcto de descongelación de alimentos, es importante saber que la congelación no es eterna: lo que conseguimos con ella es que se ralentice enormemente su periodo de descomposición, pero no lo detiene por completo. Eso quiere decir que, pasados unos meses, el alimento puede estar ya en mal estado pese a seguir congelado. A modo orientativo mostramos algunos de los más comunes:
Embutidos crudos de pavo, pollo o cerdo: de 1 a 2 meses.
Carne picada de vacuno, pollo o cerdo: de 3 a 4 meses.
Pescado blanco (bacalao, lenguado): de 6 a 8 meses.
Mariscos (calamares, gambas, etc): de 6 a 18 meses.
Por todo ello, te damos un consejo útil de cara a la descongelación de tus alimentos: anota en cada caso la fecha de congelación y ordénalos de tal manera que al fondo permanezcan los alimentos recién congelados y a la vista se queden los que están más cerca de su fecha límite de descongelación.
Nunca ‘recongelar’ un alimento descongelado
Un último consejo es desechar la idea de ‘recongelar’ un alimento que, tras haber estado congelado, ha completado ya su periodo de descongelación. Esto es así porque durante la descongelación se activan microorganismos y surgen enzimas que inician la descomposición del alimento y que permanecerán en el alimento si lo volvemos a congelar. Es decir, la recongelación aumenta la carga microbiana presente en un alimento y eso puede dar lugar a intoxicaciones alimentarias. En cambio, si lo cocinamos inmediatamente después de descongelarlo, esos microorganismos y enzimas desaparecerán durante la cocción.
En definitiva, esperamos que a partir de ahora puedas seguir la forma correcta de descongelar alimentos para consumirlos de manera segura. ¡Ya verás que buenos resultados te da!