Aunque es algo fundamental para que tus creaciones culinarias sean perfectas, puede que limpiar el horno sea una de las tareas domésticas más indeseables. En esta guía te explicaremos la mejor forma de mantener limpio el horno y te informaremos sobre algunas tecnologías inteligentes de Beko que hacen que este calvario sea mucho más llevadero.
Límpialo con regularidad
Si tienes un horno tradicional, la clave está en limpiarlo con regularidad. La grasa y los restos de comida se pueden acumular rápidamente y, cuanto más cocines, más difíciles de quitar serán. Limpia los derrames y las salpicaduras antes de que se sequen y pasa un paño al horno después de cada uso.
Saca todas las piezas extraíbles, como las bandejas y las rejillas
Limpieza del interior
Después de cada uso, extrae las rejillas y las bandejas y límpialas bien con una esponja y detergente no abrasivo. Las rejillas laterales también son extraíbles. Estas piezas también se pueden meter en el lavavajillas.
A continuación, limpia bien las superficies de la cavidad del horno con una esponja, de nuevo con un producto de limpieza no abrasivo.
Limpieza del exterior: panel de control, botones y puerta del horno
Presta especial atención alrededor de la puerta, ya que es donde se puede acumular realmente la grasa.
Si no se ha limpiado durante demasiado tiempo, puede que incluso con un gran esfuerzo no logre deshacerse de toda la grasa. Hay numerosos kits de limpieza para hornos en el mercado, pero contienen potentes productos químicos que son bastante desagradables de manipular. Te prometemos que habituarse a limpiar el horno después de cada uso merece la pena.
Sin embargo, en la actualidad la tecnología ha avanzado hasta eliminar prácticamente la molestia que supone limpiar el horno, y la gama de hornos Beko incluye muchos de estos estupendos truquillos.
Aprovecha los programas de autolimpieza
Si no has oído hablar de los hornos con autolimpieza, te informaremos sobre la limpieza pirolítica, la limpieza con vapor y los paneles catalíticos.
La limpieza pirolítica es la tecnología más rigurosa de las tres. El horno se calienta a 480 °C, con lo que las partículas de comida y grasa resistentes se queman hasta convertirse en ceniza. Lo único que tienes que hacer es limpiar la ceniza cuando termine el ciclo de limpieza.
Las funciones de limpieza con vapor ablandan la grasa y las partículas de comida mediante la inyección de vapor en la cavidad. Algunas funciones requieren que se vierta agua en la bandeja. Las tecnologías de limpieza como SteamShine® y SteamShine+® son una forma fantástica de limpiar el horno sin productos químicos abrasivos.
Los paneles catalíticos absorben la grasa y utilizan una química más inteligente para convertirla en un residuo fácil de limpiar mientras el horno está en marcha.
Presta atención al diseño de la puerta
Sorprendentemente, el diseño de la puerta afecta a la facilidad para limpiar el horno, pero Beko también lo ha tenido en cuenta. La función PractiClean permite limpiar el interior de la puerta retirando los tornillos para que puedas limpiar una superficie perfectamente plana. La función CleanZone® cubre la puerta con un revestimiento oleofóbico especial que resiste la acumulación de suciedad.
Por tanto, el secreto para que el horno esté limpio es un poco de disciplina, aunque si tienes suerte, puede que tu aparato esconda algún as bajo la manga para ponerte las cosas aún más fáciles.