Mantener una buena hidratación es esencial para el correcto funcionamiento del organismo. El agua interviene en procesos vitales como la digestión, la regulación de la temperatura corporal o el transporte de nutrientes. Sin embargo, no siempre sabemos con certeza cuánta agua hay que beber al día, ni que existen otras formas efectivas de hidratarnos más allá de los vasos de agua.
En este artículo te explicamos qué cantidad de agua necesita tu cuerpo y cómo lograr una hidratación saludable, adaptada a tu ritmo de vida y necesidades diarias.
¿Por qué el agua es nuestra forma de hidratación?
El cuerpo humano está compuesto en un 60 % por agua. Por eso, mantener un nivel adecuado de hidratación es fundamental para preservar el equilibrio interno y el bienestar general. El agua es la forma más directa, natural y eficaz de hidratarnos, ya que no contiene calorías, azúcares ni aditivos, y es fácilmente absorbida por el organismo.
¿Cuánta agua hay que beber al día?
No existe una cifra única válida para todo el mundo, ya que la cantidad varía según factores como la edad, el nivel de actividad física, la temperatura ambiente o el tipo de alimentación. Sin embargo, como referencia general, se recomienda un consumo de:
- 2 litros de agua al día para mujeres
- 2,5 litros de agua al día para hombres
Estas cifras incluyen tanto el agua que bebemos como la que ingerimos a través de los alimentos. Si quieres profundizar, puedes consultar este artículo sobre el consumo de agua por persona y sus beneficios para la salud.
Además, si tienes sed, es una señal clara de que tu cuerpo ya necesita hidratarse. Escuchar a tu cuerpo es clave para mantener una hidratación equilibrada a lo largo del día.
¿Cómo hidratarse sin beber agua?
A veces cuesta beber la cantidad de agua recomendada, especialmente si no tenemos el hábito o estamos fuera de casa. Sin embargo, hay muchas formas de favorecer una hidratación saludable sin necesidad de beber agua directamente:
- Incluir frutas y verduras ricas en agua, como sandía, melón, pepino, tomate, naranja o fresas.
- Tomar infusiones frías o calientes, sin azúcar añadida, que hidratan igual que el agua y pueden variar el sabor.
- Consumir sopas, caldos o cremas ligeras, especialmente en comidas principales.
- Incorporar alimentos como yogur natural o gelatinas sin azúcar, que también aportan líquidos al cuerpo.
- Beber agua con sabor natural, añadiendo rodajas de limón, menta o pepino para que resulte más apetecible.
- Usar aplicaciones o recordatorios, que te ayuden a mantenerte al tanto de tu ingesta diaria de líquidos.
- Evitar el exceso de bebidas azucaradas o con cafeína, que pueden tener un efecto deshidratante si se consumen en exceso.
Una hidratación saludable empieza en los buenos hábitos
Estar bien hidratados influye directamente en nuestra energía, concentración, digestión y hasta en el estado de ánimo. Ya sea a través del agua o mediante alimentos con alto contenido hídrico, una hidratación saludable es un pilar básico para nuestro bienestar.
En Beko, creemos que la salud también se construye a partir de pequeños hábitos diarios. Apostamos por una vida equilibrada, natural y consciente, en la que el cuidado del cuerpo y del planeta vayan de la mano.