La campana extractora es la gran olvidada de la cocina. A menudo es vista como un mueble decorativo más y no se le presta la atención que merece. A continuación te mostramos los riesgos de tenerla sucia y te damos algunos consejos sobre cómo limpiar la campana extractora. De esta manera, lucirá en perfecto estado y, lo que es más importante, cumplirá a la perfección la función para la que está concebida.
Consecuencias de tener la campana sucia
Antes de adentrarnos en los consejos sobre cómo limpiar la campana extractora, conviene recordar por qué es tan importante hacerlo. Esta operación no responde solo a una cuestión meramente estética, sino también (y sobre todo) a un tema de salud y prevención.
En primer lugar, porque la grasa acumulada en una campana extractora puede caer sobre los alimentos que se están cocinando: eso no solo resulta poco agradable al gusto, sino que tampoco es muy saludable. Y en segundo lugar, porque esa grasa es altamente inflamable, de modo que puede provocar un incendio si aumenta mucho su temperatura o incluso si entra en contacto con una llama durante la cocción.
Y aunque pueda parecer muy improbable, no lo es tanto: según algunas estimaciones, alrededor del 50% de los incendios que se producen en los hogares tienen como culpable a la campana extractora.
Cómo limpiar la campana extractora: 9 consejos
Ahora que ya conocemos la importancia de limpiar la campana extractora, toca saber cómo hacerlo. Estos son algunos consejos que puedes tener en cuenta para lograr un buen resultado.
Utiliza los productos adecuados
Es cierto que algunos productos tradicionales pueden ser útiles para limpiar la grasa de la campana extractora, como el bicarbonato de sodio, pero lo más recomendable es utilizar productos desengrasantes específicamente diseñados para ello.
Retira los filtros
La campana extractora no solo se ensucia por fuera, sino también por dentro, puesto que los filtros no pueden bloquear por completo la grasa que pasa a través de ellos. Por tanto, si limpias la campana sin retirar estos elementos, solo estarás realizando una tarea superficial y muy poco efectiva.
Limpia bien las paredes interiores
Una vez retirados los filtros, tendrás que esmerarte mucho en la limpieza interior de las paredes. Puede que esa grasa esté ya muy incrustada, así que en ese caso tendrás que aplicar el producto desengrasante y dejarlo actuar el tiempo que te indique su etiqueta informativa.
Si la grasa no está muy incrustada, puedes usar jabón suave, lo cual es mucho más recomendable. De esa manera, no tendrás necesidad de usar estropajos o cepillos abrasivos para retirar la grasa, algo que dañaría su superficie. Para que esto ocurra, deberás realizar limpiezas periódicas, con la periodicidad que te comentamos más abajo.
Emplea agua caliente
Aunque algunos jabones y desengrasantes se anuncian como productos válidos con agua fría, lo cierto es que la retirada de grasa siempre es más efectiva cuando el agua que empleas está bien caliente. Puedes usar guantes para proteger tus manos en esta tarea.
Usa los paños adecuados
Otro de los principales consejos sobre cómo limpiar la campana extractora tiene que ver con el tipo de paño usado. Lo más recomendable son las bayetas de microfibra o de algún material que sea suave. Como veíamos, los estropajos pueden dañar la superficie de la campana, pero también determinados paños duros y viejos con propiedades abrasivas.
Y por supuesto, esos paños deberán estar perfectamente limpios, por lo que deberás usar uno nuevo en cada ocasión o bien uno que haya sido lavado correctamente con anterioridad.
Recurre a un barreño y un cepillo para los filtros…
También deberás aplicar la máxima pericia a la hora de lavar los filtros extraíbles de tu campana, si estos son de aluminio. La forma tradicional de hacerlo es poniéndolos en remojo con un poco de jabón y frotar después. Al tratarse de una superficie rugosa, te puedes ayudar de un cepillo para incidir adecuadamente en todos los orificios. En ningún caso deberás utilizar estropajos, pues podrías dañar los filtros.
… o mete los filtros al lavavajillas, con Beko
Si esta operación de limpieza de filtros te parece un tedio, puedes consultar si tus filtros de aluminio son compatibles con el lavavajillas. De esta manera, solo tendrás que introducirlos en este electrodoméstico, en un ciclo separado, para poder retirar la grasa de manera efectiva.
Esta opción está disponible en la mayoría de campanas extractoras de Beko. Lo recomendable es realizar esta limpieza cada dos meses, o incluso menos en el caso de que la campana se use intensivamente. Consulta el manual de instrucciones de tu modelo para más detalles.
Cambia los filtros periódicamente
Independientemente de que limpies a fondo los filtros de tu campana extractora, deberás cambiar dichos filtros cada cierto tiempo. En el caso de que se trate de filtros de celulosa o de carbón activo, esto es más evidente, pues no se pueden lavar. Pero también renovar los filtros de aluminio, si bien con menor frecuencia.
Limpia la campana por fuera tras cada uso
¿Limpias tu placa de cocina después de cada uso? Lógicamente, sí. Pues bien: lo mismo deberías hacer con la parte exterior de tu campana extractora, pues al fin y al cabo se mancha de grasa igualmente, aunque pueda pasar desapercibido. Además, si limpias la campana a diario, no tendrás que poner tanto esfuerzo en ello: una simple pasada con una bayeta húmeda y jabón será suficiente. Pero si dejas que esa suciedad se incruste, tendrás más dificultades para retirarla y mayor riesgo de dañar el aparato.
Todos estos consejos sobre cómo limpiar la campana extractora son muy fáciles de seguir. Y las ventajas de hacerlo son muy grandes: disfrutarás siempre de una extracción y un filtrado efectivos, y evitarás riesgos para la salud y para el hogar. Y por supuesto, tu campana lucirá perfecta en tu cocina, sobre todo si optas por alguno de los modelos elegantes de Beko.