En el ranking de los métodos de cocción más fáciles y saludables, hay uno que bien se merece el primer puesto: la cocción al vapor. Por ello se viene utilizando en la cocina oriental desde tiempos inmemoriales… y por ello ahora está cada vez más de moda, con avances y técnicas que han llegado incluso a los hornos, como los de cocción con vapor asistido. Sin embargo, en este post te contamos cómo cocinar al vapor con utensilios mucho más comunes de lo que crees, sobre cualquiera de tus placas de cocina Beko. Además, te explicamos qué beneficios tiene y cuál es el plato estrella de este método: la verdura al vapor.
Qué es la cocción al vapor
La cocción al vapor es un método de cocción que emplea vapor de agua (o de un líquido o caldo a base de esta) para cocinar los alimentos. A diferencia de lo que ocurre al freír o al hervir, los alimentos no se sumergen ni entran en contacto directo con el líquido que hierve, puesto que reposan sobre una especie de rejilla, por cuyos agujeros pasa el vapor y cocina los alimentos.
Beneficios de la cocción al vapor
Los beneficios de la cocción al vapor son múltiples, y explican el éxito que tiene esta técnica en la actualidad. Esta es una lista con los más importantes:
Es un método muy sano, puesto que no emplea grasa durante su cocción y, por tanto, sus platos suelen ser muy bajos en calorías, motivo por el que se asocia a las dietas de adelgazamiento… aunque así puede cocinar también cualquier amante de la comida
Al no entrar en contacto con aceite ni agua ni ningún otro líquido, no hay cambio de matices en su sabor, que se muestra más puro
Los alimentos conservan mejor sus nutrientes y, por tanto, todo su poder antioxidante
El alimento conserva mejor su textura original, especialmente el caso de las verduras al vapor
Al tratarse de un método más lento que los demás, hay muchas menos posibilidades de que los alimentos se pasen de cocción, como sí puede ocurrir al freír o asar
Es un método muy económico pues emplea principalmente agua, que se puede obtener del grifo, en lugar de aceite, un producto este último que tiene un alto precio de mercado
Los utensilios empleados son muy asequibles y accesibles para todos: aunque se pueden emplear vaporeras eléctricas, lo más fácil es recurrir a ollas con cestas metálicas y tapas con cúpula específicas, a usar sobre tu placa de cocina habitual
El alimento conserva mejor su textura original, especialmente en el caso de las verduras al vapor. Esto, por cierto, es un beneficio que también ofrecen los hornos de cocción con vapor asistido, método que potencia la jugosidad de los alimentos
Un plato estrella con este método: verdura al vapor
Para entender cómo cocinar al vapor, nada mejor que mostrar el plato estrella de esta técnica: la verdura al vapor. En el siguiente apartado, mostraremos los pasos que hay que seguir, que se pueden aplicar a cualquier otro plato cocinado al vapor y que siempre sigue la misma idea:
Preparación de los ingredientes
Cocción al vapor sobre la rejilla y bajo la tapa
Retirada y aliño de los alimentos cocinados al vapor
Cómo hacer verduras al vapor
Para cocinar verduras al vapor para dos personas, puedes tener como referencia estos ingredientes y cantidades:
125 g de brócoli
125 g de judías verdes
¼ de calabacín grande
1 patata mediana
1 zanahoria grande
El paso a paso es muy sencillo:
Pelar y cortar las verduras, a ser posible en un tamaño similar en forma de dados
Poner dos dedos de agua en la base de la olla y calentar
Cuando haya roto a hervir, situar sobre la rejilla las patatas y tapar
Pasados cinco minutos, hacer lo mismo con las judías verdes, el brócoli y la zanahoria
Pasados un par de minutos, hacer lo mismo con el calabacín
Unos cinco minutos después, cuando estén hechas las verduras, sacarlas y dejarlas reposar
Aliñar las verduras, ya sea con unos simples chorritos de aceite y vinagre o bien con un aliño más elaborado
Consejos e ideas para dominar la cocción al vapor
La cocción al vapor no tiene ningún misterio, como hemos visto, pero no te vendrá mal conocer algunos consejos e ideas sobre esta técnica. Con ellos, optimizarás el resultado final, sobre todo en lo que a sabor se refiere.
En primer lugar, debes saber que no todos los alimentos se cocinan al mismo ritmo, de ahí que en la receta que te hemos mostrado, no se introducían todos a la vez. Esta es una lista orientativa de alimentos que se prestan a la cocción al vapor y sus respectivos tiempos de cocción:
Calabacín: 5 minutos
Patatas y calabaza: 15 minutos
Brócoli, judías verdes y zanahoria: 10 minutos
Pescado blanco en filetes: 4 minutos
Una pechuga de pollo: 25 minutos
En cualquier caso, las duraciones indicadas para la verdura son orientativas, puesto que todo dependerá del gusto de cada cual: unos la preferirán más crujiente y otros más tierna.
Como ves, faltan algunos alimentos importantes. Por ejemplo, las carnes muy grasas, como algunas rojas. De la misma manera, esta no es una técnica adecuada para rebozados, por lo que debes limitarte a poner sobre la rejilla alimentos crudos, sin sazonar y sin aceite. En el caso del pescado, que puede desprender olores o precipitar líquido, se aconseja envolverlo en papel de horno agujereado. Esto también impedirá su rotura, un riesgo que corren las piezas muy delicadas.
En el caso de que dispongas de cestas de varios pisos, podrás cocinar al vapor distintos alimentos a la vez, incluso si tienen tiempos de cocción distintos. En ese caso, se recomienda situar los más duros y lentos en la bandeja inferior, y los más suaves y rápidos en la superior.
Se aconseja el uso de tapas en forma de cúpula en vez de tapas planas. De esta manera, el vapor condensado no se precipita sobre los alimentos. sino que se escurre por sus paredes hasta los laterales. Así, el agua condensada no cae sobre los elementos, no entra en contacto con ellos y no modifica su cocción ni su sabor.
Por último, la cocción al vapor también se puede utilizar para calentar sobras refrigeradas en la nevera. Como es lógico, el microondas se presenta como una opción más rápida e igual de saludable, pues no añade grasas durante el proceso de calentamiento. Pero en cambio, se puede concebir como una alternativa más recomendable a la sartén, puesto que para calentar arroz, pasta u otra elaboración con este método necesitarás añadir un chorrito de aceite o una cucharada de mantequilla para evitar que se pegue.