Los charcos de agua dentro del frigorífico indican que hay un problema de condensación en el aparato. Comprueba si el problema se resuelve con una de las soluciones siguientes.
Comprueba si hay fugas en la parte posterior de los cajones
El drenaje de agua, que evita la condensación, podría estar bloqueado. Extrae los cajones para comprobar si la fuga de agua proviene de este drenaje. Si hay un charco en esa parte, es probable que el drenaje esté obstruido.
Intenta desatascar el drenaje con un desatascador de muelle (se vende en ferreterías). Introdúcelo a través del drenaje, presiona hasta encontrar la obstrucción y gira hacia la derecha. Tira de él para extraerlo y repite el proceso hasta acabar con la obstrucción. Prueba a verter un poco de agua caliente en el drenaje para comprobar si hay otras obstrucciones.
Evita abrir la puerta con demasiada frecuencia o mantenerla abierta mucho tiempo
El aire caliente que hay fuera del frigorífico puede ser la razón de la acumulación de agua. No dejes las puertas abiertas demasiado tiempo.
Comprueba si las juntas de las puertas presentan huecos, grietas o desgarros
El aire frío del interior del aparato debe estar correctamente aislado de la temperatura exterior. Comprueba si hay huecos entre la junta de la puerta y la estructura. Si hay alguno, ajusta la junta de la puerta tirando de ella ligeramente hacia fuera con los dedos. Si los huecos no desaparecen, puede que necesites sustituir la junta.