¿Cuántas veces tenemos que escuchar “las verduras no me gustan”? Los vegetales son los más difíciles de incluir a las comidas de los niños, no obstante, son una de las más importantes.
En muchas ocasiones se trata más de un problema de textura del alimento que de sabor en sí, por eso es digno intentar probar diferentes formas de presentar a nuestros aliados para una alimentación sana.
En este artículo, proponemos algunos trucos para hacer que las verduras se vean más apetitosas, para que los más jóvenes e incluso los quisquillosos coman nuevos alimentos.
Verduras para niños: el gran reto
Debemos ser conscientes que los gustos cambian y un ejemplo de ello es el de los niños y sus preferencias, pues pueden hacerlo de un momento a otro y con gran facilidad.
Esto tiene un lado negativo, cuando parecía que habíamos conseguido que coman algún tipo de verdura, un día, de repente, ya no les gusta. Pero, al revés, también tiene su cara positiva, pues lo que hoy es horroroso, quizás mañana les encanta, el secreto se encuentra en saber cómo preparar las verduras para los niños y saber presentarsela.
Trucos para que los niños coman verduras
Existen algunos pequeños trucos que nos ayudarán a disimular y facilitar la presentación de nuestras verduras.
En la mayoría de los casos es la textura la que juega en contra y, por tanto, nuestro trabajo será de modificar esa consistencia que no les gusta.
Un primer truco, muy efectivo, es añadir huevo. Convertir las verduras cocidas en una tortilla puede representar -casi, casi- un acto de magia y que nuestros hijos se vuelvan devoradores de verduras.
Los niños pueden perfectamente tomar un huevo diario, si es de buena calidad, con lo cual este truco, si funciona, puede utilizarse con cierta periodicidad.
Otro truco bastante utilizado entre los padres es el de añadir queso rallado a la verdura. La mayoría de los niños aman el queso y esta estrategia suele funcionar bien.
Nosotros, para evitar un consumo de lácteos asiduo, aconsejamos utilizar, en su lugar, la levadura nutricional, que es un ingrediente muy nutritivo y con un sabor muy parecido al queso, que enriquece cualquier plato de verduras en sabor y propiedades (es proteico y rico en vitaminas y minerales).
Nuestro tercer consejo es tan simple como cambiar la presentación de las verduras. Podría pasar que a nuestros niños no les guste el brócoli al vapor y que, en cambio, les encante la crema de brócoli. O que la zanahoria rallada les parezca imposible de comer, pero que si la cortamos en rodajas y la salteamos a fuego lento en el wok, les resulte más dulce y rica.
A veces sólo se trata de pasar del tenedor a la cuchara y viceversa. Y las verduras son muy versátiles: se pueden hacer al horno, salteadas con aceite de coco (que les da un gustito dulzón), en puré o crema, al vapor, crudas… ¡Sólo es cuestión de probar diferentes recetas con verduras para niños!
Por último, otro punto fundamental para que acepten tomar verduras es que nos vean hacerlo y disfrutarlas.
Como siempre, lo que más aprenden es lo que nos ven hacer a nosotros. Y también muy importante será que les expliquemos lo importantes que son los vegetales para crecer y ponerse fuertes, a ellos les encanta saber muchas cosas y ¡también les encanta crecer y ponerse fuertes!
La nutrición y la alimentación saludable tanto para los más pequeños de la casa y adolescentes, como para los adultos, bebés y personas mayores es fundamental, eso está claro, pero para seguir una dieta equilibrada y unos buenos hábitos de alimentación es recomendable encontrar apoyo en un profesional para que te guíe en caso de duda.